El Rali do Cocido, aspirante al Nacional

Automovilismo La Escudería Lalín-Deza solicitará la inclusión de la prueba en el calendario del 2017

XXII Rali do Cocido: el balance

Con el eco de los motores aún cercano, el presidente de la Escudería Lalín-Deza, Antonio Rodríguez Troitiño, realizaba ayer una primera valoración del exitoso Rali do Cocido. En los aspectos positivos, destacaba el comportamiento del público que siguió la prueba: «Moi ben, foi de 10, moi ben no tema da seguridade. Estamos moi contentos do ben que estaba montado todo, ben a Garda Civil, farían falta máis axentes, pero foi un traballo estupendo». Troitiño admite que por la mañana la asistencia pudo ser menor que el pasado año, pero cree que «pola tarde había máis xente, sobre todo vendo o final do rali».

Una importante asistencia en la novedosa entrega de premios que les desbordó: «Xuntouse moita xente alí, entraron no parque cerrado e houbo certo colapso. A nivel de público foi moi bonito achegarse aos coches, pero organizativamente non pode ser ter unhas dúas mil persoas no medio dos coches». Una circunstancia que, con la ralentización en el cómputo final de tiempos y la dificultad para localizar a los pilotos y situarlos en orden para recoger los trofeos al estilo del Mundial, retrasó más de lo previsto el colofón al rali en Rosalía de Castro. Público y pilotos disfrutaron con la nueva fórmula, que incluyó fuegos artificiales.

El presidente de la escudería lalinense destaca los comentarios elogiosos hacia la vigésimo segunda edición del emblemático Rali do Cocido. Así, el piloto madrileño Alberto Monarri «díxome que non se esperaba unha proba coma esta nun rexional, e que pensa que ten o nivel dun rali do Campionato de España de nivel alto».

Y a eso va a aspirar ya mismo el Rali do Cocido. Troitiño confirmó que la escudería solicitará la inclusión de la prueba de cara al calendario del Nacional de Ralis del próximo 2017. El presidente de Lalín-Deza señala que no será fácil: «Normalmente, unha vez feita a solicitude o que fan e dar un ano de preinspección [sería en el 2017] e logo na tempada seguinte [2018] sería cando o incluirían se a análise fose positiva». Aunque hubo excepciones, esta misma campaña, con la incorporación directa de dos pruebas sin ese año de inspección.

Una dificultad añadida que podría encontrarse el Rali do Cocido para ser puntuable a nivel estatal es el número de pruebas del campeonato en Galicia: «Ata o ano pasado estaban o Rías Baixas, Ferrol e Ourense». La cita viguesa es baja este año, y quedan las de la ciudad departamental y la capital de As Burgas: en ese escenario Lalín podría tener encaje, pero si se concretase la recuperación del Rías Baixas, el Rali do Cocido vería más complicado acceder a la élite nacional.

Presupuesto asumible

Troitiño asegura que hasta hace unos años pensar en organizar una prueba del Nacional era imposible «porque necesitabas un superpresuposto». Pero explica que las diferencias se han acortado: «Por exemplo, agora non hai premios no Nacional. E ao ser licencia única os gastos son os mesmos para unha proba do galego e do estatal. Os aumentos dos custes de organización poden compensarse coas subvencións da Xunta», que se verían incrementadas. En términos económicos, la organización del Rali do Cocido este año supera los 90.000 euros; para una competitición con los primeros pilotos de España, estima Troitiño que podrían alcanzar 120.000 euros, una diferencia que parece asumible, en una categoría que multiplicaría la repercusión mediática del rali dezano.

Son planteamientos que llevan a la Escudería Lalín-Deza a plantear su candidatura al Nacional, avalado además por su prestigio a nivel gallego y su coeficiente en la competición. La ausencia de incidentes reseñables este año será sin duda otra baza, pese a organizar un rali a la antigua usanza: con 116 kilómetros cronometrados en once pasadas por seis tramos y un prólogo nocturno para brindar espectáculo en Lalín de Arriba. La directiva de la escudería se reunirá estos días para analizar en detalle el rali y su futuro.

El mejor papel de la escudería local en la prueba

Troitiño destaca el papel de la Escudería Lalín-Deza en la prueba de casa: «Foi o mellor ano na historia do Cocido, tamén era a edición con máis pilotos locais». Destaca que lograron situar hasta cuatro pilotos entre los diez primeros, con Iago Caamaño en la segunda plaza ?en la foto?, Alberto Otero cuarto ?vencedor de Top Ten Pirelli?, David González sexto y Álvaro Méndez octavo y vencedor del Volante FGA. Lamentó los abandonos de Javier Ramos ?«podía estar nos dez primeiros, pero tivo problemas todo o día»? y José M. Vázquez. Iván Vázquez fue décimo quinto, y Óscar Gallego terminó en el puesto 31. De otra parte, entre los pilotos de la zona, destaca la quinta plaza del estradense Javier Martínez Carracedo, mientras el rodeirense Gonzalo Moure acabó en vigésimo primer puesto. foto marcos míguez.

El balance positivo del Rali do Cocido no impide a Troitiño citar cuestiones mejorables en la prueba. Una de sus mayores preocupaciones la había expresado antes de la carrera, y ayer insistía en ese mismo aspecto: «Hai que solucionar a cuestión dos cortes de tráfico nos tramos. A organización da proba non é a máis competente para asumir esta función». Y pone un ejemplo de lo sucedido en el tramo de tarde que discurría por el municipio de Vila de Cruces: «Unha persoa da organización parou a unha señora que viña en coche, xa onde se cerra a carretera para acceder ao tramo. A señora dixo que tiña a casa cerca, sigueu para adiante e casi o atropella, mesmo tocou cun coche alí aparcado».

El incidente no tuvo mayores consecuencias, ni generó peligro porque el vehículo se quedó lejos del tramo cronometrado, pero es una muestra clara del riesgo que denuncia el presidente de la Escudería Lalín-Deza: «E que non os das frenado, porque nós non somos autoridade para facer un corte de carreteras. Foi unha orde de arriba que a Garda Civil deixara de facer esta función, pero non pode ser», demandando que se replantee la decisión para que integrantes del instituto armado vuelvan a asumir una función que siempre cumplieron de forma plenamente efectiva.

Troitiño apunta también la necesidad de mejorar el control del público en el parque cerrado, al final de la prueba; y señala otras circunstancias menores, en una jornada sin incidentes graves. Hubo neutralizaciones, por seguridad, en la primera pasada por Rodeiro y en el segundo bucle a Saborida, pero afectaron a pocos pilotos en ambos tramos habían pasado ya más de 80 coches.

Fuente: La Voz de Galicia



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